Poco se ha hablado de la relación que existe entre la caída del pelo y la microbiota, ese conjunto de microorganismos que residen en nuestro cuerpo y que afecta –de manera directa e indirecta a prácticamente todos los aspectos de nuestra salud, incluida la mental. “El eje intestino-cerebro es una carretera de doble sentido que une ambos órganos: la calidad de las digestiones y de la alimentación va a impactar en las emociones, en el cansancio y en la concentración. Y, al mismo tiempo, la calidad de las emociones va a impactar en los procesos de digestión”, nos explicaba la nutricionista Cristina Barrous. Ahora, es el doctor Javier Morán, catedrático y director del Instituto Universitario de Innovación Alimentaria de la UCAM, quien nos explica el papel de la microbiota intestinal en la pérdida y miniaturización del cabello. “Cada vez es más conocido el papel de la microbiota intestinal en condiciones de salud y enfermedad y cómo una alteración de la misma, concepto al que se le denomina disbiosis, puede condicionar numerosas patologías. El funcionamiento del pelo y particularmente del folículo piloso no podía quedar ajeno a esta relación y es por eso que desde hace años se presta particular atención a este tema”, apunta. Eso sí, especifica que estamos aún en los inicios de la investigación científica sobre la influencia de estos microorganismos en la alopecia y salud capilar, pero ya se conocen algunos datos sobre esta relación.
Microbiota, probióticos y biotina
El doctor Morán, cofundador de la marca de salud capilar VR6, ha dedicado parte de su carrera a estudiar las diferencias de la microbiota intestinal de las personas alopécicas y no alopécicas y ha observado diferencias que explican de qué manera una microbiota desequilibrada afecta al cabello: “Tras investigar estas diferencias, comenzamos a discriminar los diferentes microorganismos presentes en ambos tipos de individuos y comprobamos que aquellos con alopecia tenían una serie de bacterias que consumían biotina en exceso, lo que impedía la absorción y utilización de la misma a nivel orgánico. Finalmente investigamos la posibilidad de desarrollar microorganismos beneficiosos, comúnmente llamados probióticos, que fuesen capaces de reducir, limitar, excluir o hacer desaparecer las bacterias hiperconsumidoras de biotina”, explica. Por tanto, la deficiencia de biotina, provocada por problemas en la microbiota y por la acción de ciertas bacterias intestinales, puede explicar la miniaturización del pelo y la reducción de la densidad capilar. Eso no significa, especifica Morán, que todos los probióticos puedan favorecer la salud capilar, pero sí que los incluidos en este complemento ayudan a revertir la disbiosis asociada a la pérdida capilar por este consumo excesivo de la biotina del que se hablaba antes. “También se ha demostrado que existe lo que nosotros llamamos ‘huella dactilar microbiana’ que aparece en las personas que tienen pérdida del cabello y que esa huella condiciona alteraciones metabólicas ligadas a la biotina que solo se revierten cuando se modifica favorablemente la microbiota intestinal”, añade el experto.
La permeabilidad intestinal también influye de manera indirecta a la calidad del cabello
En este abordaje de la salud intestinal y la microbiota y su relación con la caída capilar, es importante entender de qué manera las alteraciones del equilibrio microbiótico influyen de forma indirecta en la pérdida de cabello. Para Morán, la disbiosis o alteración de la microbiota “puede condicionar reducciones en la biodisponibilidad o en la absorción de determinados nutrientes que también intervienen en la nutrición del cabello. Posiblemente el uso de otros probióticos puede ayuda a mejorar la nutrición general y con ello la del cabello, pero esa mejoría creo que no es suficiente para vencer completamente la pérdida del cabello”, explica. Una vez más, el estrés y la manera en la que afecta tanto a la permeabilidad del intestino como a la salud digestiva, vuelve a estar en el origen de los problemas. “El aumento de la inflamación que frecuentemente acompaña al estrés y la depresión desencadena el desplazamiento de bacterias beneficiosas y la proliferación de bacterias patógenas que fomentan la disbiosis y el intestino permeable al desplazar a las especies beneficiosas. El estrés puede aumentar la permeabilidad de la barrera intestinal dando como resultado un intestino permeable que permite que las bacterias se filtren en la circulación, produciendo una respuesta inflamatoria y una absorción deficiente de nutrientes. El papel que esta situación tiene sobre la caída capilar no se conoce con exactitud pero posiblemente la reducción de ciertos nutrientes y la inflamación que llega a afectar a la papila del folículo piloso tengan que ver también con esta situación”, aventura el doctor.
Algunas recomendaciones de una experta en microbiota
Corroborada, por tanto, esta relación, conviene recordar algunos principios básicos para cuidar la salud intestinal. Tal y como explica la doctora Sari Arponen en su libro ¡Es la microbiota, idiota! (Alienta editorial), “todo lo que hacemos a nosotros mismos, se lo hacemos a nuestra microbiota”. De hecho, son muchos los factores que, según la experta, afectan a este conjunto de microorganismos: ambiente, fármacos, edad, actividad física, estrés, genética, hormonas…
Y si nos centramos en la alimentación, la propuesta “razonable” de esta doctora incluye estas recomendaciones:
- Comer alimentos presentes en la naturaleza sin procesar o con un procesado minino.
- Obtener suficientes ácidos grasos omega 3 de los productos del mar. “Pero evita los aceites vegetales con exceso de omega 6”, añade.
- Fibra y variedad de alimentos de múltiples colores.
- Beber agua, infusiones y algo de café.
- De postre, Arponen aconseja lácteos fermentados, frutos secos, fruta o un par de onzas de chocolate. Y añade: “El ser humano no necesita tomar azúcar”.
Investigación por Gina Arredondo 9 de octubre del 2023.